IDENTIDAD SEXUAL
Con el
término identidad sexual se alude a dos conceptos bien diferenciados:
primero, relativo a la identidad y a la sexualidad;
segundo, más en relación con la experiencia interna de pertenecer a un sexo.
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En el primer caso, que no se abordará en este artículo, numerosas
investigaciones se centran en la identidad sexual como el concepto de cada
persona según se relacionan el sexo, género, orientación sexual, Identidad de género y el conjunto de habilidades con
las que esta persona se desenvuelve en su vida y en relación a la sexualidad.
De ahí hablaríamos de distintas formas de organizar la identidad sexual dado el
extenso desarrollo histórico de distintas identidades. Por ejemplo, la
transexualidad, el travestismo u otras manifestaciones de roles de género
pueden constituir identidades sexuales, desde laTeoría Queer.
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Por otro lado, en el segundo caso, el cual se extiende en este artículo,
la identidad sexual es la suma de las dimensiones biológicas y
de conciencia de
un individuo que
le permiten reconocer la pertenencia a un sexo u otro, es
decir, ser varón o mujer independientemente
de la identidad de género(sentirse como hombre o
mujer) o su orientación sexual (tendencia o
inclinación sexual). Este concepto está en estrecha relación con la identidad de género, hasta el punto de que con
frecuencia suelen usarse como sinónimos.
FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD SEXUAL.
La formación de la
identidad sexual es un proceso complejo que empieza en la concepción,
pero que se vuelve clave durante el proceso de gestación e incluso en
experiencias vitales tras el nacimiento. Existen muchos factores y bastantes
combinaciones de los mismos que pueden llevar a la confusión, pero la tradición
en la mayoría de las sociedades insiste en catalogar a cada individuo por la
apariencia de sus genitales.
Si, por ejemplo,
socialmente se le asigna a una persona la identidad sexual de varón, pero sus
genitales son de mujer, esta persona puede experimentar lo que se ha venido a
llamar disforia de género, es decir una profunda inconformidad con el rol de
género que le toca vivir.
Algunos estudios
indican que la identidad sexual se fija en la infancia temprana (no más allá de
los 2 ó 3 años) y a partir de entonces es inmutable. Esta conclusión se obtiene
generalmente preguntando a personas transexuales cuándo se dieron cuenta por primera
vez que la identidad sexual que les había asignado la sociedad no se
correspondía con la identidad sexual con la que se identificaban.
FACTORES QUE
INFLUYEN EN LA FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD SEXUAL.
Algunas personas
nacen con combinaciones de rasgos de los dos sexos, debiendo afrontar las
complicaciones que surgen cuando la sociedad se burla o escandaliza de su
físico -lo que suele ocurrir con las personas intersexuales-
o insiste en asignar a un individuo un sexo con el que no se identifica -lo que
ocurre habitualmente entre las personastransexuales.
En el caso de las
personas transexuales, sus problemas suelen reducirse cuando pueden pasar por
el proceso de reasignación de sexo, el
cual incluye la cirugía de reasignación sexual, mal
llamada "operación de cambio de sexo".
Por otro lado la
identidad sexual suele intentar diferenciarse de la orientación sexual, en la que pueden darse
individuos heterosexuales, homosexuales, bisexuales y asexuales.
Equivocadamente,
hay personas que definen la transexualidad con una homosexualidad extrema;
es decir, según estas personas, una persona transexual ama tanto al otro sexo
que acaba identificándose con él.
Sin embargo,
investigaciones en sexología de la Universidad Libre de Ámsterdam apuntan a que
la identidad y la orientación sexual son hechos absolutamente diferentes, por
lo que pueden darse personas transexuales con diferentes orientaciones
sexuales. De hecho, hay estudios que indican que más de un 30% de la población
transexual es homosexual o bisexual, muy por encima al 5% ó 10% que suele darse
en la población no transexual.
DISCRIMINACIÓN
Probablemente hay
tantas formas de entender la identidad sexual y la de género como humanos
existen, sin embargo las sociedades tienden a clasificar en compartimentos
inamovibles a los individuos y a asignarles roles a veces muy reducidos.
Este etnocentrismo se
pone de manifiesto al observar que en algunas sociedades existen otras clases
de roles sociales; por ejemplo, los Hijra de la India son
personas intersexuales y dentro de su cultura se les considera "el tercer
sexo".
A veces la frontera
entre la identidad sexual y la identidad de género no se muestra muy clara. En
este punto, la teoría Queer rechaza la categorización del
individuo en categorías universales como "homosexual",
"heterosexual", "hombre" o "mujer". Según esta
teoría, la identidad sexual de las personas son el resultado de una
construcción social. De ser así no existirían papeles sexuales esencial o
biológicamente inscritos en la naturaleza humana. Es decir, todas las
identidades relativas a la sexualidad, género y/u orientación sexual son
igualmente anómalas, ya que son un producto socio-histórico.
La transfobia aún
no ha sido integrada en el discurso público. Tradicionalmente, se ha visto
la transexualidad como un problema
psiquiátrico, la llamada disforia de género. Sin embargo, recientes
investigaciones en neurociencia sobre cerebros de transexuales indican que la
composición de éstos muestra a menudo la composición del sexo con el que se
identifica el individuo en lugar de la del sexo de nacimiento. Esto apoya la
teoría de que el cerebro de un individuo puede desarrollarse en un sentido
diferente al de sus genitales, por lo que la transexualidad es de origen innato
y no psicológico. La investigación también apoya las expresiones "hombre
atrapado en el cuerpo de una mujer" y "mujer atrapada en el cuerpo de
un hombre".
En realidad, la
discriminación hacia los/as transexuales está en estrecha relación con el sexismo y
la homofobia.
De hecho se correlacionan. Esta asociación se debe a que estas formas de
discriminación se sirven de las mismas creencias o ideología: la heteronormalidad.
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